“La brújula de la vida solo tiene dos direcciones:
sensibilidad e indiferencia. ¿Hacia dónde vas?”
Querido Ale,
Finalmente tus sobrinos están durmiendo así que tengo un poco de tranquilidad para escribirte y hablar un poco sobre los famosos 18 años.
Se trata de un número especial porque más que nada es un símbolo de independencia. Se supone que a los 18 te conviertes en un ciudadano, una tontería legal pero que ampara tu derecho a la libertad. Personalmente creo que lo más importante es el hecho que universalmente eres reconocido como adulto, independiente y responsable por tus propios actos. No tienes que responder sobre tus actos a mi papá, tienes que responder por tus actos a la sociedad o a las autoridades que la representan.
Pienso que 18 años es aún muy poco tiempo para proclamarse como un adulto con experiencia. Pero creo que justamente de eso se trata. Es la época en que eres libre, todavía puedes cometer grandes errores sin poner en gran riesgo tu futuro ya que tienes tiempo por delante para solucionarlos. Al mismo tiempo es una etapa muy importante para definir tus valores, tus sueños, tu forma de vivir y es la etapa donde posiblemente encontraras buenos ejemplos a seguir. Es el momento en que aprenderás a “pararte después que la ola re revuelque”.
¿La gran pregunta es cómo lograr aprovechar esta etapa?
Todos quieren tener 18. Los niños y los jóvenes quieren tener 18, los viejos y viejas también. Es una etapa llena de emociones, en algún sitio leí que es una especie de “montaña rusa” de la vida, donde las partes “altas” y “bajas” están muy cerca en el tiempo, donde la velocidad de los acontecimientos y nuevas experiencias pueden ocasionar vértigo y confusión.
Libertad no implica “hacer lo que uno quiera” sin límites. Libertad implica ser responsable por lo que uno haga. Ser responsable significa responder por las consecuencias de los actos, sea para felicitar, celebrar, pagar o subsanar. Pero Ale, sin duda hay algo de “sin límites”, y es eso lo que para ti es un misterio y lo que te motiva a explorar, por lo tanto a equivocarte y aprender. Es ese sentimiento lo que los niños, jóvenes y adultos desean, es por eso que todos queremos tener 18. Es la forma en que decidas explorar, es decir ejercer tu libertad, la que va a ser la diferencia entre tú y los demás. Me refiero, al decir “diferencia”, a la forma en que tu vida marque nuestra historia en comparación con la marca que dejen los demás.
Vas a ser ¿corrupto? ¿Infiel? ¿Abusivo? ¿Oportunista? ¿Atropellador? ¿Miserable?
Bueno, es una buena edad para comenzar a serlo. Solo necesitas ser un poquito de cada uno de ellos para acostumbrarte y convertirte en el futuro en el superlativo de tus errores. Comienza aceptando la piratería de música, termina pagando coimas para evitar complicaciones; siempre encontraras argumentos, así como ahora encuentras argumentos para piratear música o películas. Sé infiel una vez y si no te descubren es posible que lo seas otra vez. Creo que entiendes la idea. A los 18 tú recibes el trabajo de educarte a ti mismo.
¿Vas a ser respetuoso, integro, justo, emprendedor? Utiliza el mismo principio. Acostúmbrate a serlo con pequeños gestos. Es así como te respetarán y te conocerán. Si comes en un restaurante y sobra mucha comida, pide que te la den “para la casa” y entrégale la comida a alguien que lo necesite y que creas que sinceramente lo aprovechará, no para el perro. Y si no sobra, pide algo para quien te cuida el carro. ¿Me entiendes? Son los pequeños gestos lo que te harán sentir útil y son esos detalles los que te abrirán puertas en el futuro.
Defiende tu puno de vista. Si tienes que ir a la comisaría no importa. Nunca doblegues tu libertad ni tu opinión.
Ale, no pienses que aceptar tus defectos es suficiente para no intentar mejorar. ¿Qué es eso de aceptar ser “comodón” y limitar tu vida por eso? Es lo mismo que decir “soy malhumorado porque mi papá es también así, es genético y no lo puedo cambiar”. Eso tiene un nombre: conformismo, y eso puede llevarte a ser un ignorado y miserable mediocre. Darle la responsabilidad a otros por lo que uno es o deja de ser también tiene un nombre: cobardía.
Siempre quise tener un hermano hombre y es ahora cuando la distancia molesta. Es esa la razón de este largo mensaje. No me queda otra más que escribirte lo que voy aprendiendo y reflexionando. Créeme que cometí muchos errores, también los pague caro y muchos siguen siendo pagados o están en “stand by” para ser pagados en el futuro. Pero me siento orgulloso de los aciertos y sus consecuencias. Siempre defendí mi opinión y no me quedé callado.
¿Qué haría si tuviera 18 otra vez? A diferencia de todo lo que hice (no cambiaría nada), utilizaría más tiempo para viajar por todo el mundo, con mi mochila y pocos dólares. Trataría de no creer que la sociedad de Lima es la única y abriría más mis horizontes al tratar de aprender como otros viven. En la sierra peruana, por ejemplo, hay mucho que ver. Me pondría metas y al lograrlas me iría de viaje. Trataría de ser más impermeable a los problemas de nuestra patria y trataría de verme mucho más como un ciudadano del planeta tierra. Me preguntaría mas y trataría de encontrar más respuestas.
Eso es todo mi querido hermano. Tatjana y yo te deseamos una hermosa vida llena de libertad, nuevas personas, mucho amor, muchas ganas de ponerte de pie ante cualquier tropezón, muchos motivos para celebrar y miles de oportunidades para que otros sean felices gracias a ti.
Un fuerte abrazo de tu hermano que te quiere,
Jose Antonio.
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